Esta es una de las preguntas que muchas personas se hacen cada vez que recurren al encendido de las velas y es que por años las velas vienen formando parte de la vida del hombre, desde que quiso mantener la luz encendida en sus hogares, hasta cuando necesito hacer que esta luz sirva como el camino para realizar una diversidad de rituales y conjuros de amor, de ahí que nace la costumbre de encender una vela en las conocidas como veladas, momentos especiales donde se reunía la pareja para celebrar cualquier acto de amor.
Pero debemos decir que las velas tiene entre nosotros casi 5 mil años, tan antigua como la propia magia y han acompañado a miles de personas en todo el mundo, antes fabricada con grasa de animales, las velas se han constituido en un patrimonio de la humanidad, y han pasado por diversos procesos de conversión, en un inicio soplo usadas para alumbrarse, para luego ser parte de rituales y ceremonias para más adelante convertirse en el producto por excelencia dentro de las misas o iglesias para saltar a las mesas de las parejas que desean celebrar los lazos de amor y amistad.
Ya alejada de los amarres de amor y de cuanto conjuro lo use para sus propósitos, las velas han ofrecido un ambiente cálido con el único propósito de unir personas generando una luz especial para todo aquel que desee romper paradigmas y está preparada a sentir la energía que brota en cada lengua de fuego que se puede apreciar.
Según especialistas en asesoría espiritual, comentan que la luz que sale de una vela puede mostrar el camino, generar una oportunidad y demostrar también el afecto por alguien en especial, una vela no solo debe ser usada en los rituales de amarres de amor como en sus inicios se hacía, sino también debe crear un ambiente agradable para quien se somete a su poder.